Tenemos pimientos de Padrón (aunque está a 15 Km se ve que en Herbón la tierra es diferente...no saben igual!), tomatitos cherrys para las ensaladas, acelgas, lechugas de un sabor que no se encuentra en las tiendas, cebollas, judías (miles de judias!!) y como no, tomates.
Este año el huerto es más pequeñito, porque, aunque todos comemos de sus frutos, la espalda del pobre Vasco ya no esta para preparar la tierra, a ver si el año que viene nos ponemos de acuerdo y le ayudamos un poco....
La cuestión, es que por estas fechas se acumulan cestas y cestas de tomates, si el tiempo acompaña (el año pasado no quisieron salir!) y lo que toca los domingos después de comer, es hacer salsa para conserva, y así poder alargar un poco la alegría de la cosecha de este verano.
Fijaos las cantidades de tomate que tenemos, en una pequeña huerta de apenas 10m x 3m, que llenamos la despensa de mi madre y nos duran casi todo el invierno y : yo me llevo botes, mi hermano se lleva botes, a mi hermana le mandamos una caja a Barcelona con provisiones de la huerta, botes incluídos (a ver si este año te llegan enteros!)... Eso sí se reservan para comidas de pan y mojar... está de ricoooo!!!!
No voy a poner cantidades, entre otras cosas porque no las se... ya que cada fin de semana hacemos con los tomates que haya. normalmente hacemos la olla más grande que tenemos en casa, y nos salen como unos 10-12 botes de salsa.
(Como veis, la casa de mi madre es fantástica para hacer fotos....)
Ingredientes:
- aceite de oliva extra de Jaén
- cebolla
- tomates maduros
- azúcar
- sal
- orégano y albahaca
Primero lavamos bien los tomates y les sacamos el rabillo.
Picamos una o dos cebollas (depende de la cantidad de tomates) y las ponemos en una olla con un fondo de 1 dedo de aceite al fuego.
Dejamos que se doren un poco y mientras vamos troceando los tomates y añadiéndolos a la cazuela.
Vamos revolviendo para que los tomates se vayan deshaciendo y suelten toda el agua. Nosotros lo dejamos por lo menos media hora, cuando vemos que hierve, bajamos el fuego para que no se quemen.
Cuando vemos que ya están deshechos, pasamos toda la mezcla por un pasapurés.
Como yo no pelo los tomates, así se quedan en el pasapurés las pieles y las pepitas.
Volvemos a pasar toda la mezcla a la olla y seguimos calentando a fuego alto, pero si que se queme, para que se evapore el agua y la salsa quede espesita.
En este momento es cuando le añado el azúcar, para reducir la acidez del tomate, y la sal. Le echo más o menos la misma cantidad de ambas.
A mí me encantan las especias, pero a mi madre no, así hacemos algunas tandadas sin especiar.
A otras, me gusta añadirle bien de orégano, hiervas provenzales, un poco de pimienta, albahaca le queda genial... de todo un poco!!
Dejamos reducir la salsa un poco, y lista para embotar!!
Nosotros, mientras hacemos la salsa, ya preparamos los botes para conservarla. Los esterilizamos y preparamos para envasar al vacío, es muy fácil:
- Lavamos los botes y las tapas
- Los metemos en una cazuela grande cubiertos totalmente con agua ya hirviendo
- Los dejamos hervir 20 minutos
- Los sacamos y dejamos secar
- Los botes ya están estériles
Como tenemos que hacer varias tandadas de hervir botes, después tenemos que volver a calentarlos unos minutos antes de embotar la salsa. Para que se haga el vacío y se conserve la salsa, deben estar calientes los botes, caliente la salsa, y darle la vuelta a los botes hasta que se enfríen.
Y esa noche, para cenar unos huevos con arroz y tomate.... se me hace la boca agua!!
Aquí os enseño el huerto en la primavera, recién plantado todo, ahora parece una selva!!
Y una muestra de las primeras cosechas... Gracias vasco!!
Vosotr@s haceis conservas?? Las judias, sabéis cómo conservarlas??
Y con esta receta, me gustaría participar en el concurso de conservas-cosas de verano de La cocina virtual de daniela y toni.
Hasta la próxima receta.